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Las personas con trastornos mentales sufren un estigma, es decir, un prejuicio por parte de la sociedad, que sólo los percibe y los ve en base a esta única característica y no por el conjunto de todas ellas. A menudo, la consecuencia es la discriminación.
Esta discriminación es muy difícil de combatir porque, de hecho, quienes la provocan no siempre son conscientes de ello. Tampoco hay una educación o unas normas que nos ayuden a evitar estos prejuicios que en algunos casos pueden estar muy arraigados. Y finalmente, las personas que sufren trastornos mentales no tienen las herramientas disponibles para enfrentarse a estas situaciones.
La buena comunicación y, sobre todo, la educación y el mayor conocimiento de los trastornos y enfermedades mentales pueden ayudar a reducir su discriminación.
ÍNDICE
- Datos sobre las enfermedades mentales
- ¿Qué consecuencias tiene la discriminación y cómo empeora la vida de las personas con trastornos mentales?
- ¿Qué formas de discriminación pueden sufrir las personas con trastornos mentales?
- Cómo combatir la discriminación a personas con trastornos mentales
- Conclusión
Datos sobre las enfermedades mentales
Estos son algunos datos que debes conocer sobre los trastornos mentales y las personas que los padecen:
- Una de cada cuatro personas en el mundo sufre o sufrirá algún trastorno mental a lo largo de su vida.
- El 20% de niños y adolescentes sufren algún tipo de trastorno mental.
- Menos del 25% de las personas que padecen un trastorno mental son diagnosticadas y tratadas adecuadamente.
- La mitad de los trastornos mentales comienzan antes de los 14 años.
- Casi 4 de cada 100 personas en el mundo sufren depresión. Es uno de los trastornos mentales más frecuentes.
Teniendo en cuenta estos datos, especialmente el primero, la concienciación sobre los trastornos mentales debería ser mayor, pues un 25% de la población los sufre. Asimismo, es importante conocer algunos de los síntomas de las enfermedades mentales más comunes para ayudar a detectarlas a tiempo. De ese modo se podría ayudar también a luchar contra la discriminación.
¿Qué consecuencias tiene la discriminación y cómo empeora la vida de las personas con trastornos mentales?
La discriminación de las personas con enfermedades mentales no termina nunca. El motivo es que en todos los casos las consecuencias son mucho más largas. Es decir, quienes padecen esta discriminación ven afectadas sus vidas y la forma en la que se comunicarán después de haber padecido discriminación, será diferente.
Asimismo, podrán tener más inconvenientes y problemas a la hora de expresar sus problemas, sensaciones, necesidades…
También es común que se aparten socialmente e incluso que se aíslen por vergüenza. En muchos casos las personas que sufren estos trastornos no quieren que los demás “se den cuenta” de su situación.
Estas son algunas de las consecuencias de la discriminación a personas con trastornos mentales:
- La creencia de que la situación no mejorará: si perciben un entorno hostil es natural que se muestren más desanimados y perciban la situación más incómoda y dolorosa.
- Resistencia a buscar ayuda: si no perciben un ambiente calmado y sus más allegados no ofrecen ayuda, será más difícil que se atrevan a pedirla a un profesional. También si se minimizan los problemas de su situación pueden llegar a creer que el tiempo mejorará su situación y que no deben acudir a un especialista.
- Más dificultades para socializar: si sufren discriminación, las personas con trastornos mentales tendrán dificultades para relacionarse incluso cuando el ambiente sea el propicio. Asimismo, pueden presentar mayor vulnerabilidad y sensibilidad a los comentarios, preguntas…
- Huida del ambiente laboral: en muchos casos si se padece algún tipo de discriminación u hostilidad en el trabajo las personas con trastornos mentales pueden decidir evitarlos porque tienen la creencia de que no sabrán controlarse o bien de que su rendimiento cada vez será peor.
¿Qué formas de discriminación pueden sufrir las personas con trastornos mentales?
Cuando se habla de discriminación, muchas personas imaginan insultos o burlas, pero la discriminación va mucho más allá.
La discriminación a las personas con trastornos mentales puede darse en muchos ámbitos. Uno de los más comunes es en el terreno profesional, pero también, dado que la mayoría de los trastornos mentales aparecen antes de los 14 años, puede ocurrir en universidades, institutos e incluso colegios.
También los grupos de amigos y familiares pueden provocar cierta discriminación. En muchos casos por supuesto, sin ser conscientes de ello, pues como se ha mencionado la discriminación no siempre consiste en una burla, en ocasiones se puede tratar de una sobreprotección, por ejemplo. También, evitarles o cambiar la relación tras el trastorno puede ser percibido como una discriminación.
Finalmente, el último terreno es el de la pareja, donde la discriminación opera de formas diferentes. Por ejemplo, evitando algunas situaciones, reuniones con otras personas, eliminando la comunicación de forma inconsciente, el afecto, etcétera. E incluso no teniendo en cuenta los deseos del otro o minimizando sus problemas. Una forma de discriminación común en la pareja es “creer que exagera” o bien atacar aquellos comportamientos más molestos consecuencia del trastorno mental.
En muchos casos la intención no es mala, de hecho, en la mayoría la discriminación se produce de forma accidentada. Un buen ejemplo de ello son los padres con un hijo o hija con algún tipo de trastorno mental, que los sobreprotegen. Pueden ayudarles en exceso, evitar que desarrollen algunas actividades, supervisarlos, actuar de forma inadecuada para su edad, etcétera.
Las formas de discriminación a personas con trastornos mentales más habituales son:
- Sobreprotección y control: más común por personas cercanas.
- Evitación y rechazo: más común en entornos de trabajo.
- Coacción: se suele sufrir sobre todo por personas cercanas o parejas. También es común en entornos laborales.
- Desprecios, burlas, insultos…: en entornos laborales y centros de estudios. Se le puede conocer como bullying.
- Agresiones físicas o sexuales: son las menos comunes y pueden provenir de cualquier entorno.
Esta discriminación se puede producir a personas con diferentes trastornos mentales, desde TOC, hasta bulimia nerviosa o depresión.
¿Dónde se produce la discriminación?
Podríamos pensar que el trato discriminatorio es más común en el entorno laboral, profesional y educativo. Sin embargo, es muy común la sobreprotección y el control en los entornos familiares y de pareja.
Los principales entornos de discriminación son: familia, trabajo, centro de estudios, centros médicos y sanitarios, amistades y pareja.
Cómo combatir la discriminación a personas con trastornos mentales
Las personas con trastornos mentales a menudo se pueden sentir muy solas e incomprendidas. Si este es tu caso, estos son algunos de los consejos que puedes seguir.
- No te avergüences: no debes aislarte socialmente y no debes sentir vergüenza si crees que los demás pueden percibir tu trastorno o hablar de él. En la mayoría de los casos la socialización y la amistad son positivas y buenos puntos de apoyo.
- No te identifiques con tu enfermedad: no digas “soy bipolar”, sino “tengo trastorno bipolar” ni “soy esquizofrénico”, sino “tengo esquizofrenia”. Tú no eres tu trastorno mental, eres muchas cosas y esa es solo una característica de un momento muy concreto. Eres el mismo con y sin el trastorno.
- Únete a un grupo: hay muchos grupos de apoyo para las enfermedades mentales. Te sorprendería. estos grupos te ayudarán a sentirte comprendido y a eliminar el estigma.
- Habla de tu situación sin tapujos: puedes mencionarla con amigos, con tu pareja, con tu familia, incluso con compañeros del trabajo si te sientes cómodo. Es bueno que hables de ello, de tus emociones y que además te sientas escuchado. La comunicación es necesaria y si en algún momento no te sientes bien con las preguntas o respuestas de los demás, házselo saber. Te sorprenderá la cantidad de gente que quiere ayudarte y que ha pasado por situaciones parecidas.
- Obtén tratamiento: si sufres un trastorno mental, pide tratamiento profesional. Será el camino más corto y más sencillo para mejorar tu calidad de vida.
El día de la cero discriminación
Una de las mejores formas de luchar contra la discriminación es con la educación y la concienciación de la población. Para ello existen días como el día de la cero discriminación que se celebra el día 1 de marzo.
Con él se pretende romper el estigma de algunas características o situaciones personales como puede ser un trastorno mental. Al eliminar el estigma, aumenta el conocimiento, el interés y la normalización. Y es que un 25% de la población padece o padecerá un trastorno mental.
El objetivo es celebrar el derecho de todas las personas a vivir y tener una vida productiva, plena y digna. Asimismo, estimula el conocimiento y la difusión del respeto y la ruptura de los estigmas y prejuicios.
Es un día para fomentar la solidaridad entre todos. Por ello en muchos colegios, centros culturales, laborales, etcétera es celebrado como un día especial. Por ejemplo, es posible realizar encuestas u ofrecer charlas de apoyo a los diferentes colectivos discriminados entre los que se encuentran las personas con trastornos mentales.
Conclusión
La discriminación a personas con trastornos mentales es más común de lo que creemos y puede darse de muchas formas: burlas, rechazo, sobreprotección… Y en diferentes ámbitos como el entorno escolar, laboral, en la familia e incluso en la pareja. Para ayudar a combatir esta discriminación es necesario primero luchar contra los prejuicios y estigmas. Para ello existen días como e de la discriminación cero que se celebra cada año el día 1 de marzo.